Por Ismael Bermúdez
Desde 2001, el descuento por Ganancias se multiplicó por siete
El impuesto, en el ojo de
la tormenta, implica que un trabajador pierda de cobrar casi un
aguinaldo entero
Diario Los Andes -
22 de Junio del 2012:
http://www.losandes.com.ar/notas/2012/6/22/desde-2001-descuento-ganancias-multiplico-siete-650278.asp
Hoy un trabajador
soltero y sin hijos que gana 10.000 pesos y tiene el mismo poder
adquisitivo o sueldo equivalente que en 2001, por el impuesto a las
Ganancias tiene una poda en su ingreso del 7,62%. En 2001 -11 años
atrás- le descontaban el 1,12%.
Las cifras, elaboradas por el IARAF (Instituto Argentina de
Responsabilidad Fiscal) marcan "el notable incremento de las tasas
efectivas de este impuesto que han experimentado tanto los
trabajadores dependientes como independientes desde 2001 a 2012",
señala el estudio. En este ejemplo, el peso de Ganancias se
multiplicó por casi 7. Y equivale a que el trabajador pierda de
cobrar casi un aguinaldo entero ($ 9.910 de impuesto). A mayor
salario, la pérdida salarial es mayor y ya un sueldo de $ 12.000
pierde de cobrar casi un aguinaldo y medio.
Lo que pasó es que durante todos estos años el Gobierno aumentó el
mínimo no imponible y demás deducciones menos que la inflación o la
suba de los salarios. Y directamente no ajustó las escalas
salariales sobre las que se aplican las alícuotas que se mantienen
en los mismos niveles que en 2000, durante la gestión de Fernando De
la Rúa-José Luis Machinea.
Por esa razón, los trabajadores sin cargas de familia que, después
de los descuentos de jubilación y salud, ganan más de $ 5.789 están
alcanzados por Ganancias.
Según el nivel salarial Ganancias puede representar una pérdida
salarial de 2, 5, 8, 10 por ciento del sueldo y hasta más. En esa
situación se encuentran casi 2 millones de trabajadores en relación
de dependencia, como operarios petroleros, de la siderurgia,
docentes, camioneros, bancarios, de luz y fuerza y tantos otros
gremios y hasta 200.000 jubilados. En cambio, la renta financiera
sigue exenta.
Además, con cada aumento de los salarios, si no se eleva ese piso
salarial a partir del cual se paga Ganancias, el impuesto aumenta y
de manera creciente. Y en lugar de un 5 por ciento, el descuento
salta al 8%, al 10% y así cada vez más.
A eso se agrega que siguen congeladas -hace 12 años- las escalas
sobre las que se calcula el impuesto. Entonces, en lugar de que le
retengan una alícuota baja, del 9 por ciento, el trabajador tributa
una alícuota del impuesto más alta -del 14, 19 o 23%- y que
rápidamente puede llegar al 35%.
También por eso muchos trabajadores no quieren hacer horas extras
porque, en ese caso, una parte del mayor ingreso de ese mayor
esfuerzo se lo lleva el impuesto.
Si el Gobierno hubiera ajustado por la inflación o la evolución de
los salarios, el piso de Ganancias debería ser de $ 9.500 y las
escalas serían más amplias (el primer nivel, con la alícuota del 9%,
en lugar de llegar hasta $ 10.000 debería subir hasta $ 45.000). De
ese modo estarían alcanzados por este impuesto, no casi dos millones
de trabajadores, sino unos 300.000 empleados, quienes, además,
pagarían mucho menos.
En el pasado, Ganancias alcanzaba al personal jerárquico. Ahora por
este procedimiento de no ajustar por inflación, pagan hasta maestros
y operarios simples.
La suba del mínimo no imponible no implica que el Gobierno tenga un
"alto costo fiscal" o "subsidie" a los empleados de sueldos medios o
altos. Simplemente evitaría que la AFIP siga captando una parte
mayor del ingreso nominal de trabajador por el simple expediente de
no ajustar los valores por la inflación de cada período.
Se calcula que por no ajustar el "mínimo", el Gobierno se quedaría
este año con unos $ 3.500 millones que debería haber ingresado en
las familias de los trabajadores. Además, por no actualizar el tope
salarial que da derecho a cobrar las asignaciones familiares, el
Gobierno se queda con otros $ 1.800 millones que también deberían
haber sido percibidos por familias trabajadoras.
Otro tema que sigue pendiente es la equiparación del mínimo no
imponible y demás deducciones de los autónomos con los valores que
tienen los empleados en relación de dependencia. A igual ingreso
nominal que un asalariado, el autónomo paga mucho más.
Más
trabajadores alcanzados por Ganancias
Deberán pagar Ganancias otros 350 mil trabajadores Se sumarán al 1,5
millón que ya está alcanzado por el impuesto. Es porque el Gobierno
no actualizó el tope salarial a partir del cual hay que pagarlo. Es
un dato relevante en medio de la discusión paritaria.
Blog Ismael Bermúdez -
27 de Mayo del 2012:
http://ismaelbermudez.blogspot.com.ar/2012/05/mas-trabajadores-alcanzados-por.html
El año avanza y el Gobierno sigue sin concretar la actualización del
tope salarial (técnicamente llamado “mínimo no imponible”) a partir
del cual los trabajadores empiezan a pagar el impuesto a las
Ganancias.
Como consecuencia de esa falta de ajuste, este año otros 350.000
trabajadores que hasta ahora no estaban alcanzados por el impuesto
pasarán a pagar Ganancias. Y otro 1,5 millón que ya estaba
alcanzados pasará a pagar mucho más.
El mismo efecto se hará sentir sobre unos 40.000 jubilados que desde
marzo pasado empezaron a pagar el impuesto a las Ganancias que antes
no pagaban y otros 200.000 que estaban pagando y pasan a tributar
más.
El perjuicio que están sufriendo los asalariados de ingresos medios
y altos por la falta de actualización de topes no se limita sólo al
caso de Ganancias.
También afecta al cobro del salario familiar: hay otros 200.000
trabajadores que dejarán de cobrar las asignaciones familiares
equivalentes a 400.000 chicos, porque no se ajustó la escala
correspondiente.
Estas cifras surgen de considerar las nuevas escalas salariales de
los trabajadores en relación de dependencia y de los haberes de los
jubilados y pensionados, tras los reajustes pactados en paritarias
en el primer caso y de la aplicación de la ley de movilidad en el
segundo. Así se puede estimar que con los aumentos de las
jubilaciones (en marzo pasado subieron el 17,62%) y de los sueldos
con el cierre de las negociaciones entre gremios y empresas, el
ingreso nominal promedio aumentaría entre un 20 y 24%.
De esta forma varios miles de empleados en relación de dependencia
superarían el piso de $ 5.782 en el caso de los solteros y $ 7.998
los casados con 2 hijos a partir de los cuales les descuentan el
impuesto a las Ganancias. El año pasado, el mínimo no imponible fue
aumentado un 20%, por debajo de la inflación estimada por los
privados y las provincias.
Ese ajuste fue anunciado durante los primeros días de abril. De
manera que ya pasaron casi 14 meses y el Gobierno sigue sin dar
señales de que se apreste a actualizar el mínimo no imponible, las
deducciones y las escalas salariales sobre las que se aplican las
alícuotas.
Esto ocurre en un contexto donde la administración de Cristina
Kirchner está acuciada por el aumento del déficit fiscal y a pesar
de que los reclamos se extienden desde la CGT y la CTA a sindicatos,
organizaciones sociales y expertos en temas tributarios. Como
resultado de esa falta de actualización, una parte importante de los
aumentos salariales, en lugar de ir al trabajador va directamente a
las arcas de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
Por ejemplo, un incremento salarial que oscile entre el 20% y el
24%, puede significar que el trabajador resigne o pierda 4 puntos o
más de sus ingresos.
Y en el año esa apropiación de ingresos por parte del Fisco puede
representar un aguinaldo entero o más. Según las estimaciones de los
expertos, para que la presión de Ganancias no siga aumentando, el
Gobierno debería actualizar el piso salarial del impuesto en la
misma medida que la inflación real.
Pero en algunos años ese piso no fue ajustado, y en otros fue
aumentado pero menos que la inflación. Por esa razón, con ganar
apenas más de $ 5.782 un trabajador soltero ya está obligado a pagar
Ganancias. Para remediar esta distorsión, se estima que el piso
salarial debería rondar ahora los $ 9.000 para los solteros y $
11.000 para los casados con 2 hijos.
Aun así, muchos tributaristas opinan que el salario no debería estar
gravado con Ganancias. Además, las escalas sobre las que se aplican
las alícuotas están congeladas desde el año 2000 cuando se
implementó la reforma del entonces ministro de Economía, José
Machinea.
Eso lleva a que la mayoría de los trabajadores tribute sobre las
alícuotas más elevadas, lo que agrava la pérdida salarial.
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